La Corte, por mayoría, deja sin efecto la sentencia que rechazó la demanda por indemnización de los daños que habría sufrido la actora en su ojo izquierdo mientras viajaba en tren al considerar que la empresa había incumplido con la obligación de seguridad al no adoptar las medidas de seguridad necesarias para evitar que este tipo de accidentes ocurriesen.

De esta, consideró que "no sería un hecho impredecible el apedreamiento de un convoy ferroviario; que, además de público y notorio, su frecuencia había quedado acreditada por la declaración testifical del guarda de la formación" de modo que no corresponde encuadrarlo dentro de la doctrina del Caso fortuito o fuerza mayor, como había resolvido la Cámara.