BRASIL: SON GEMELOS, EL ADN NO PUEDE DETERMINAR QUIÉN DE LOS DOS ES EL PAPÁ DE UNA NENA Y LA JUSTICIA OBLIGÓ A AMBOS A MANTENERLA
Ninguno de los hermanos quiere asumir la paternidad de la menor. Un juez recurrió al concepto de multiparentalidad biológica y anotó a ambos como padres. Los detalles
Fernando y Fabrício son gemelos idénticos. Viven en Cachoeira Alta, a 358 kilómetros de Goiânia, en el centro Brasil. Desde chicos, como muchos gemelos, se aprovechaban de su extrema similitud física para sacar ventajas, en la escuela, en los negocios o en otras circunstancias de la vida cotidiana. Ya desde adolescentes, llevaron esa dupla al plano de las relaciones con las mujeres: allí se cubrían para ocultar traiciones y para “ganar” más chicas. Pero ahora, ese comportamiento los metió en un lío: una mujer presentó una demanda de paternidad contra ambos. Y como la ciencia no puede distinguir quién de los dos es el padre de Mariana, la niña en cuestión, les impuso a los dos hermanos por igual la manutención.
Los nombres son ficticios, pero el caso es real. Lo difundió en su sitio web el propio Tribunal de Justicia del Estado de Goiás. “Los gemelos monocigóticos, o univitelinos, tienen el código genético igual, por lo tanto, exámenes de laboratorio de ADN revelaron la compatibilidad de la niña con los dos hombres. Fernando culpó a Fabrício, que, a su vez, apuntó a Fernando como padre. Ya que ninguno de los hombres quiso responsabilizarse, el juez de la comarca, Felipe Luís Peluca, determinó que ambos se incluyan en el certificado de nacimiento de la niña y que paguen, cada uno, una pensión alimenticia del valor del 30% del salario mínimo”, detalló la Justicia brasileña.
En su fallo, el juez claramente apuntó a que uno de los hermanos “de mala fe” busca ocultar la paternidad. Los acusa de tener un “comportamiento torpe” y afirma que la obligación judicial es justamente proteger a terceros de esos “comportamientos torpes”.
La gran pregunta es si Valeria, la madre de Mariana, no sabía con quién estaba teniendo relaciones. Según contó la mujer en el expediente judicial, ella tuvo una breve relación con el padre de su hija, a quien conoció en una fiesta de amigos en común y creía que Fernando. “Me contó que tenía un hermano gemelo, pero no llegué a que me lo presentara. Entonces, no desconfié de nada”, contó. Pero después, repasando ciertos hechos, la mujer empezó a dudar: por ejemplo, el día en que conoció al supuesto Fernando, él estaba “con la motocicleta amarilla de Fabrício”.
Valeria inició la demanda de paternidad contra Fernando. El ADN dio positivo. Pero ante ese resultado, Fernando señaló a su hermano como verdadero padre. Fabrício se hizo el mismo test. Y el ADN otra vez dio positivo. “Es una actitud muy triste, no lo necesitaban. Ellos saben la verdad, pero se aprovechan de la semejanza para huir de la responsabilidad”, dijo la mujer según los textuales que cita el sitio web del tribunal brasileño.
Y también la propia Justicia reconoce la imposibilidad de determinar quién es el padre. La razón está en que como los gemelos univitelinos se originan de la división de un solo óvulo fertilizado por el mismo espermatozoide, tienen un ADN idéntico y por eso un test común no puede determinar quién es el padre de la niña. Existe un análisis que rastrea todo el ADN, pero cuesta más de 15.000 dólares y tampoco es concluyente porque sólo funciona si alguno de los que se someten a él tienen alguna mutación genética.
En su fallo, el juez recordaron un caso muy similar que ocurrió en Estados Unidos hace 12 años. Entonces, una mujer, Holly Marie Adams, mantuvo relaciones con los gemelos Raymon y Richard Miller. El ADN tampoco pudo concluir quién era el padre de su hija y terminó resolviendo la Corte Suprema estadounidense. Pero como la mujer siempre apuntó a uno de ellos como el padre, la Corte falló que Raymon era el progenitor.
Y también el juez defendió el concepto de multiparentalidad biológica al incluir a los dos hombres como padre de la nena: "Ante las peculiaridades del caso concreto, considero que la decisión que más acelera el concepto de Justicia, es aquella que prestigia los intereses y derechos del niño, en detrimento de la torpeza de los requeridos".
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