Es difícil predecir la marcha de los acontecimientos y de las prácticas sociales. Tampoco es fácil predecir cómo será el ejercicio de la abogacía en el futuro. No obstante, esa tarea es más simple cuando la génesis del cambio ya está en marcha.

          Hay bastante para decir sobre el futuro de la abogacía. No solo acerca del tipo de profesional que será más requerido, sino sobre las áreas del derecho de mayor valor agregado. Es muy probable que el clásico abogado generalista que conoce "contenidos típicos" tienda a perder valor de mercado.

          Con el avance de la tecnología, es posible predecir que muchas de las tareas habituales de los abogados sean progresivamente reemplazadas por herramientas de gestión y software. Todo esto a precios razonables para una buena porción de los estudios jurídicos aun en la Argentina.

           Es probable que ese abogado generalista vaya dejando lugar a otro perfil de profesional. Es decir, abogados más especializados en contenidos modernos y complejos y con habilidades analíticas y conocimientos que permiten usar mejor el derecho, como la economía, la psicología cognitiva, la lógica y la filosofía analítica. En algunos campos más complejos o específicos, conocimientos más profundos de economía y finanzas, y de estadísticas y teoría de los juegos y de la decisión, pueden completar la formación del abogado.          

            El mercado jurídico halla industrias en las cuales hacer su América. Moda, redes sociales, salud, belleza y promociones, en la lista.

            Se requieren abogados que no solo "sepan derecho" sino que sepan, sobre todo, "usar el derecho" de un modo más efectivo sobre la base de procedimientos analíticos variados y habilidades especiales con apoyo de la tecnología disponible.

            Es posible detectar la llegada de un nuevo tipo de abogado, hiperespecializado, con alto dominio de las tecnologías que lo asistan para trabajar mejor y dotado de los conocimientos interdisciplinarios que le permitan usar y conocer mejor el contexto de la ley. Un abogado con mejor preparación para adaptarse al ecosistema legal y tecnológico actual. Ese es el modelo de profesional que se avecina: abogados con valor agregado.