NO ES NIÑO NI NIÑA: LOS PADRES QUE CRÍAN HIJOS DE GÉNERO ABIERTO
¿Cómo sería una infancia que se desarrolle libre de ideas prefabricadas sobre cómo debería alguien jugar, vestirse, comportarse o ser? La idea es que los niños decidan a su tiempo a qué genero desean pertenecer.
Pocas cosas definen de veras profundamente el porvenir de una criatura que llega al mundo. Entre ellas la primera es la posición socio-económica de la familia. Y la segunda es si lo llaman "niño" o "niña". Para eliminar al menos uno de esos condicionantes y hacer más libre el destino de sus hijos e hijas, algunos padres y madres exploran un estilo de crianza distinto: consideran a sus bebés de género abierto.
Esta nueva forma de educar a hijos e hijas implica que los padres y las madres no revelan el sexo de su bebé ni usan pronombres masculinos o femeninos, sino el neutral: elle, en español; they, en inglés. Y con mucho trabajo —porque a veces para los abuelos es difícil, o en la guardería hay que explicar con gran detalle— cuidan que su infancia se desarrolle libre de ideas marcadas sobre el género en cuanto a cómo deberían jugar, vestirse, comportarse o ser.
Bobby McCullough pidió al personal de la sala de partos que atendía a su mujer, Lesley Fleishman que "como mínimo, no describan la anatomía, o lo que ustedes creen que la anatomía significa, cuando nazca elle bebé", contó a New York Magazine. Desde mucho antes la pareja contaba con una partera dispuesta a no registrar el dato para que la criatura comenzara su vida sin que se confundiera el sexo, que responde a una catalogación anatómica, con el género, que es la construcción social con la que una persona se identifica. Habían también solicitado un certificado de nacimiento con cuatro pequeñas estrellas allí donde en general dice "varón" o "mujer".
Para un grupo pequeño pero creciente de padres —"los que ven el género como un espectro y no como algo binario", explicó Alex Morris, autora de la nota— no alcanza con cuestionar la oposición nene-nena dándoles a todos, niños y niñas, cochecitos y muñecas, o vistiéndolos con colores neutros. "Hay que erradicarla por completo desde el momento en que comienza la socialización, abriendo el camino tanto para la exploración futura del género como para el cambio cultural en general".
Cuando recibieron a su bebelle (theyby, en inglés), Sojourner Wildfire, McCullough y Fleishman supieron por una enfermera que otra familia había solicitado al hospital que también utilizaran pronombres neutros. Si alguien les pregunta si es niño o niña, ellos responden que dejarán que elle decida cómo identificarse cuando sienta que es el momento. Una vecina le dijo a Fleishman si era una broma. De los cuatro abuelos, la que más acepta el criterio es la madre de McCullough; para los demás es más exacto decir que lo toleran.
El primer caso que llamó la atención internacional, y que causó escándalo, fue cuando Kathy Witterick y David Stocker presentaron a su bebelle Storm en 2011. A la nota publicada en The Toronto Star le siguió una discusión entre los lectores del diario canadiense, que se preguntaban si Storm podría tener una identidad sin tener género o si sufriría daño psicológico; muchas personas atacaron a los padres al punto de enviarles cartas a su domicilio o pasar por la puerta y gritarle "¡Niño!" o "¡Niña!".
Storm desarrolló su identidad sin problemas, y en 2016, a los 5 años y medio, dijo que prefería que se refieran a elle como ella, según otra nota del medio. Porque como casi todos los niños criados de este modo, completó su identificación de género antes de dejar el jardín de infantes.
"Zoomer va a tener género", dijo a New York Magazine Kyl Myers, madre de elle, que tiene dos años. "Nos hará saber cuál es, y probablemente sucederá cuando tenga tres o cuatro años. Y entonces todos estaremos de acuerdo", dijo la mujer que sabía que quería elegir este tipo de crianza antes de conocer al padre de Zoomer, Brent Courtney.
Myers cursaba estudios de género en la Universidad de Utah cuando comprendió que no se trataba de un imperativo biológico sino de una construcción social. "Y una vez que lo entendí, no pude dejar de entenderlo", dijo. Y lo explica en su website, raisingzoomer.com, sobre cómo ser madres y padres de hijos e hijas de género abierto.