Del altar al abogado: ya hay un divorcio cada 2 casamientos en la Ciudad. El 30% de las parejas se separa antes de los 10 años

La primera vez que él se fue de su casa ella no lo contó. Sabía cuál iba a ser la reacción de sus amigos o, peor, la de sus padres de sesenta y pico. Esperó un año. Lo intentó por amor. Pero él decidió que tenía que irse para siempre del departamento. Ahí, ella habló: "Me voy a divorciar". Y escuchó: "¿Cómo que te vas a separar? Si te casaste hace 3 años".

Cada vez hay más historias de libretas de casamiento flamantes, seguidas de sentencia de divorcio. Uno de cada 3 divorcios en la Ciudad son de parejas casadas hace menos de 10 años.

Lo dicen los resultados del informe "Los divorcios en la Ciudad de Buenos Aires en 2016", que acaba de publicar la Dirección General de Estadísticas y Censos porteña. Y la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) lo explica desde el "atravesamiento generacional" de ciertos conflictos que se ven en la terapia de parejas.

De los 5.815 divorcios realizados en 2016, un 33,5% (1.952 casos, más de 5 por día) fueron de parejas que no llegaron a celebrar las "bodas de lata" (10 años). El 18,6% de los matrimonios (1.083 casos) disolvió su unión a entre 5 y 9 años de haberla realizado. Y otro 14,9% (869 casos, 1 cada 10 horas) decidió divorciarse a los 4 años o incluso antes.

"Entre 1990 y 2016 los matrimonios se redujeron el 47% mientras que los divorcios lo hicieron el 27%. Para el último año en la Ciudad se registra un divorcio por cada dos matrimonios", es decir, 11.630 casados y 5.815 divorciados.

"Sin lugar a dudas rompemos más fácilmente los vínculos porque hoy esos vínculos se dan más fácilmente. No en el sentido de las parejas consolidadas sino en la búsqueda, con presentaciones vía Facebook o apps de citas", dice a Clarín Eduardo Drucaroff especialista en parejas de APA.

El especialista marca 3 factores que ve en el "diván de a 2":

• El camino a la igualdad por el avance de postulados feministas. "Que los dos sean más independientes económica, emocional y judicialmente hace que hoy sea más posible una separación temprana."​

• El divorcio ya se vive menos como un fracaso y hasta es visto como algo positivo. "Hoy tenemos menos paciencia para todo. No sólo entre la pareja sino entre esos 2 y su entorno. En las primeras sesiones de terapia el psicólogo se puede dar cuenta de si pueden seguir juntos o si llegó el final. Nosotros no se lo decimos, los amigos sí. El divorcio está mucho más aceptado socialmente y se escucha el 'empezá una nueva historia."

• Quieren ser padres mucho después de casarse. "Si no hay hijos de por medio no sólo se acelera el divorcio sino que se busca una nueva pareja más rápido. Así, es muy probable que quienes rompen el matrimonio a los pocos años no se reencuentre nunca más, ni para tener sexo."

Además de que las alianzas cada vez duran menos en las manos de los porteños, la cantidad de casamientos cayó a la mitad en 26 años y ya hay 1 divorcio cada 2 bodas.

Pero, como explicaron a Clarín, la cifra real de divorcios puede ser aún mucho mayor que la "oficial". El estudio es sólo sobre quienes tienen la inscripción de divorcio en el acta matrimonio.

Como es competencia de la Justicia Civil, ese trámite no es automático: las partes deben presentarse en el Registro Civil y Capacidad de las Personas para que se deje constancia del número de sentencia. Muchos no lo hacen hasta que deciden casarse de nuevo o vender un bien familiar.

Las "Características de las Parejas" también se llevan los flashes en el informe porteño. Los divorciados se concentran en la franja 35-39 y la de 50-54 años. En tanto, las divorciadas son más jóvenes: 30-34 y 50-54 años. Esto es así porque las mujeres en la Ciudad se casaron con hombres más grandes.

En promedio, los hombres se divorcian a lo 47 años y las mujeres a los 44. Y la diferencia es de 2 años para las parejas que se divorcian antes de los 5 años de matrimonio y de 3 años para aquellas con un periodo más largo.

Para ellas, son rupturas de primeras nupcias, mientras que en los varones se incrementa la reincidencia matrimonial y un nuevo divorcio.