“EL CIUDADANO MERECE SABER QUIÉN VA A RESOLVER SU CASO”
Un camarista platense analiza la reforma del Código Civil. Así lo afirmó a diario Hoy el juez Andrés Soto, quien detalló cómo funciona una de las reformas claves del proceso civil que se está llevando a cabo en Provincia y que integra el proyecto Justicia 2020
El juez Andrés Soto, integrante de la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial de La Plata, tiene una larga trayectoria en el ámbito judicial y es especialista en Derecho Procesal.
Soto inició, junto con otros colegas, una reforma al proceso civil y creó un proyecto que fue presentado a las autoridades provinciales a principios de 2016. Fue entonces cuando se formó, por decisión ministerial, la mesa de trabajo para la reforma del Código Procesal Civil.
“La reforma trata de adaptar el Código Procesal a las nuevas disposiciones de la ley substancial del nuevo Código Civil y Comercial, para modernizar nuestro servicio de Justicia, y una de las reformas claves es pasar de un proceso escriturario como es el actual a un proceso oral, por audiencias”, destacó el letrado. A su vez, Soto explicó que la iniciativa parte de la premisa de “que el ciudadano merece saber quién es el juez que va a resolver su caso, merece ser escuchado en un ambiente apropiado y que su causa, por más simple que parezca, sea definida correctamente”.
La estructura del proceso por audiencias implica que haya una instancia preliminar y una de vista de causa, en las cuales los ciudadanos hablarían con el juez, expondrían y tendrían la oportunidad de saber quién va a resolver su caso. “Nuestra ley no impide que el juez tome las audiencias, pero no la obliga. Lo que sucede es que la tradición hace que los jueces no las tomen”, sostuvo Soto. “El ministro de Justicia de la Nación, Germán Garavano, y quienes trabajan con el proyecto Justicia 2020, Héctor Chayer y Juan Pablo Marcet, se interesaron en iniciar un plan de generalización de la oralidad en el proceso civil”, contó el juez.
En este marco, el magistrado reveló que hay sectores reticentes al cambio, pero que, en este sentido, “lo más importante es consolidar un nuevo hábito de trabajo. El proceso oral requiere que el juez esté presente en la audiencia, la tome e interactúe con los ciudadanos, con los medios y las fuentes de prueba. Eso implica salirse de una zona de confort, de la seguridad que le da la soledad de su despacho”. “En el ámbito de materia civil tenemos dos grandes inconvenientes, que son el tiempo de demora de los procesos y el costo. Son dos problemas gravísimos”, explicó. En este marco, uno de los objetivos de la reforma es lograr una mayor economía en el tiempo de los procesos, lo cual es una gran demanda de la sociedad, y una mayor economía de gastos.
Audiencias filmadas
“Hay un aspecto muy importante, que es cómo se recaba el conocimiento. Cuando el juez toma la prueba de manera inmediata, consigue obtener un conocimiento calificado del resultado de la prueba”, explicó el camarista platense Andrés Soto. La reforma propone que esa audiencia de prueba sea filmada, de modo que no requiera el actual levantamiento del acta escrita.
La importancia de este método está, según Soto, en que “un buen juez, con una prueba incorrecta, puede dictar una gran sentencia desde el punto de vista dogmático y jurídico, pero que puede ser injusta, porque recoge hechos y pruebas que no han sido tomadas con la mejor técnica posible. Ese mismo juez, con una prueba correctamente tomada, puede dictar una sentencia más justa”.
Actualmente, gracias a las capacitaciones que está llevando a cabo el grupo de especialistas que integra Soto, hay 80 jueces que están trabajando de esta manera.
Estos magistrados filman las audiencias y las repiten las veces que sean necesarias para dictar sentencia. Esta forma de trabajo ya arrojó buenos resultados: aumentaron las conciliaciones y se redujo considerablemente el tiempo de los procesos.